La Magia de los Mandala

Mandala es una palabra que significa círculo o rueda, y en las grandes culturas de la antigüedad representaba lo eterno porque no tiene ni principio ni final.

He descubierto particular interés en el poder desarrollar un mándala por nosotros mismos. Puede parecer un poco intimidante enfrentarse a un círculo en blanco pero es allí donde se oculta la magia, en un espacio de infinitas posibilidades que mostrará nada más y nada menos que tú interior.

El mandala es un reflejo de nuestro interior. Por ello, debemos dejar que los colores y las formas expresen todo lo que llevamos dentro. Cada pequeño detalle en cuanto al color y la forma nos dará elementos importantes para la interpretación del Mándala.

La creación de un mandala es esa parte del Universo que ocupa nuestro ser. Al crear un mandala creamos nuestro propio espacio, dejando fluir las energías de forma libre y natural. Podríamos decir que todo en nuestra vida posee las formas del círculo. El Sol, la Luna, los planetas, los árboles, las flores, el átomo, la célula… Todo lo que nos rodea tiene forma circular.

En ese pequeño espacio lleno de nada y dispuesto a servir al todo podemos hacer una hermosa escultura de nosotros mismos, convirtiéndose en una herramienta de auto-ayuda y de auto-exploración para reconocernos y evolucionar.

Algunos de los beneficios de los Mandala son: Los mandalas favorecen la concentración, la meditación, la activación de la energía positiva de lugares, ayudan a transmutar la energía negativa en positiva, aportan equilibrio emocional… En fin, son muchos los usos que se les otorga a estas mágicas y misteriosas representaciones.

Los mandalas nos ayudan a ordenar nuestra mente y, por lo tanto, también nuestra vida. Expresemos todo lo que sintamos a través de los mandalas y dejemos que la magia que envuelve a estas representaciones nos cargue de energía y podamos acceder a ese rincón donde tenemos la clave para que se cumplan todos nuestros sueños.

Este ejercicio sencillo, divertido y transmutador, para crear un Mandala solo hace falta relajar la mente y dejar fluir la imaginación, la creatividad, la energía… Conectamos con una intención y comenzamos a fluir con aquello que sintamos, actuando de forma libre e intuitiva sin juzgar ni analizar lo que estamos creando.

Buscar un significado racional puede truncar la esencia del mandala, por lo tanto tiene una sola regla y es que NO hay regla alguna a la hora de crear tu Mandala.

Solo conectar con tu música interior y ofrecer a tu ser la voluntad amorosa de sanar y la magia hará el resto!

Estás aquí para ser feliz.

Sindy Wilman.